De “jugar con herramientas” a liderar con criterio en la era IA
Hay una frase que marca el tono de todo lo que está pasando:
“Lo que hoy vale, mañana caduca.”
Roberto Carreras en una conversación con Andy Stalman que compartimos en este artículo (la encuentras al final del mismo), lo dice con calma, pero suena a alarma. Y lo es.
Vivimos una época donde la velocidad se ha convertido en el mayor enemigo del talento desentrenado. No hay tregua.
Lo que dominabas hace seis meses ya no sirve; lo que creas hoy será reemplazado mañana por una versión más eficiente, más barata o más automatizada.
Y sin embargo…
Hay algo que ningún algoritmo puede sustituir: la forma en que piensas.
Carreras lo resume así:
“Hay que dejar a un lado las herramientas y pararse a pensar lo que cada uno hace.”
Esa frase debería estar en la puerta de cada oficina.
Porque si todo el mundo tiene acceso a las mismas herramientas, ¿qué te diferencia’ La respuesta es sencilla: tu criterio.
Pero antes de entrar ahí, hagamos una radiografía clara del momento:
La IA ha pasado de curiosidad a infraestructura.
La obsolescencia ya no es lineal, es exponencial.
Las reglas cambian más rápido de lo que las empresas pueden adaptarse.
Y la pregunta deja de ser “¿qué puede hacer la IA?” para convertirse en “¿qué puedo hacer yo con ella que nadie más esté haciendo?”.
Si entiendes eso, todo lo que viene a continuación te va a resultar rentable, no sólo inspirador.
Ponte cómodo, porque esto no va de “IA”. Va de cómo sobrevivir y prosperar cuando todo cambia a la velocidad del rayo.
Los pioneros no mueren, construyen caminos (aunque sangren un poco)
Hay una diferencia clave entre pioneros y colonizadores. Los pioneros abren caminos, los colonizadores los recorren.
Adam Grant lo explicó en Originales y Roberto lo llevó a su terreno:
“Los pioneros se encuentran con muchísimas dificultades al abrir sectores… y normalmente acaban muriendo. Pero dejan el camino libre para los demás.”
Ser pionero no siempre da dinero, pero deja huella.
Y si sabes combinar visión con estrategia, sí puede dar dinero… mucho.
Carreras lo sabe bien. Fue pionero en el mundo web 2.0, cuando hablar de blogs era hablar de rebeldía digital. Fue pionero en branded content antes de que las marcas supieran pronunciarlo. Y fue pionero en IA conversacional cuando el resto aún pensaba que Alexa era solo para poner música.
¿La constante? Curiosidad y prueba personal.
“El mejor modo de aprender una herramienta nueva es usándola. Monta tu blog. Haz tu podcast. Diseña tu propio chatbot.”
Y ahí está el punto: la curiosidad disciplinada.
El innovador no es el que prueba todo; es el que aprende a quedarse con lo que funciona y lo repite hasta dominarlo.
Curiosidad con foco:
Explora una tendencia (IA, branding, automatización, storytelling…)
Haz un microproyecto personal sin presión de resultados.
Documenta el proceso (errores, aciertos, aprendizajes…)
Extrae una metodología replicable.
Monetízala (enseña, asesora o implementa…)
La innovación rentable no nace del caos, sino de la curiosidad gestionada.
La curva de la incomprensión: cuando vas demasiado rápido
Una de las frases más poderosas que Carreras comparte viene del fundador de LinkedIn:
“Cuando te cansas de contarlo, es cuando empiezan a entenderlo.”
El innovador vive con un desfase permanente.
Habla de algo que el resto aún no ve.
Explica procesos que parecen raros.
Defiende ideas que suenan “demasiado nuevas”.
Y esa incomprensión no es fracaso. Es señal de que vas dos curvas por delante.
El problema es que muchos innovadores se frustran justo antes de que el mercado los entienda.
Cierran, se rinden o cambian de rumbo justo un paso antes del reconocimiento.
Tu trabajo como innovador no es “convencer” rápido, sino mantenerte visible durante la incomprensión.
La constancia vence a la inercia.
Por eso Roberto Carreras insiste: “Hazlo, repítelo y cuenta lo que haces.” Cuando tu entorno se aburra de oírte hablar del mismo tema, es señal de que el mercado recién empieza a escucharte.
La IA no crea genialidad. Amplifica tu criterio.
Aquí está el mito que hay que derribar: la IA no es creativa.
Es combinatoria. Hace remixes de lo que ya existe.
Carreras lo deja clarísimo:
“Nunca te va a dar nada innovador. Van a hacer remixes de lo que ya existe, porque han sido entrenadas con datos.”
Eso no es una desventaja.
Es una advertencia: si no piensas distinto, la IA solo amplificará tu mediocridad.
Pero si sabes usarla como espejo, como copiloto o como asistente, se convierte en multiplicador.
El secreto es tener criterio en el bucle (Human in the Loop).
Criterio en el bucle:
Tú defines la intención. (Qué quieres lograr y por qué)
La IA ejecuta. (Investiga, resume, redacta…)
Tú filtras. (Decides qué vale la pena)
La IA ajusta. (Mejora, expande, adapta…)
Tú firmas. (Aportas la voz, el tono, el matiz humano..)
👉 Si delegas el criterio, pierdes el valor.
👉 Si lo integras, multiplicas el impacto.
No se trata de competir con la IA, sino de entrenar tu capacidad de pensar a través de ella.
El secreto del “Prompt Engineering”: preguntar como un estratega
Carreras lo dice con una metáfora que cualquiera puede entender:
“Esto es como ir de Madrid a Valencia. Sé dónde quiero llegar, pero puedo ir en burro, en coche o en AVE. Elijo la ruta.”
Cada prompt es un viaje.
Si no sabes a dónde vas, cualquier camino te parecerá útil.
Y eso genera basura.
La diferencia entre un resultado mediocre y uno espectacular está en cómo formulas la pregunta.
Y eso se entrena.
Prompt maestro en 5 pasos:
Define el rol.
“Actúa como experto en branding con 20 años de experiencia.”Marca el objetivo.
“Necesito un guion de vídeo que emocione y posicione marca en 90 segundos.”Da contexto.
“Campaña: verano 2025. Público: mujeres 30–45, urbano, con poco tiempo.”Controla el tono.
“Lenguaje emocional, sin clichés. Nada de ‘empoderamiento’, busca autenticidad.”Ajusta iterativamente.
“Hazme 3 versiones, analiza cuál conecta mejor con la emoción ‘nostalgia’.”
Y su regla de oro:
“Más es mejor.”
No temas escribir prompts largos. Si necesitas 10 folios, escribe 10 folios.
El resultado lo vale. Pero con contexto.
Aquí ya hablamos de crear prompts:
Cómo escribir prompts para video que realmente funcionen (y eviten desastres)
Cómo crear imágenes con IA: 8 componentes de un prompt visual.
Tip pro: “Prompt de autodiagnóstico”
Pídele al modelo:
“Antes de generar nada, hazme 10 preguntas para entender mi objetivo. Si falta contexto, propón tres hipótesis por laguna y explícame el riesgo de cada una.”
De pronto, tu conversación con la IA deja de ser genérica y se vuelve consultiva. Empieza a parecerse a un diálogo con un experto, no con un robot.
De la cantidad al valor: el nuevo trabajo humano
La IA no te quita trabajo.
Te quita las partes que no aportan valor.
Te deja espacio para pensar, crear, conectar.
Carreras lo explica con claridad:
“Cualquiera puede cocinar con IA, pero llevarlo a otra liga es lo que hará que las agencias y los profesionales sigamos siendo relevantes.”
La IA convierte la ejecución en una commodity.
El nuevo valor está en la interpretación, estrategia y acompañamiento.
El valor no automatizable
Acompañamiento humano. Entender el contexto emocional del cliente.
Estrategia. Traducir herramientas en resultados de negocio.
Criterio. Decidir qué vale la pena y qué no.
Conexión. Transmitir confianza y propósito.
Adaptabilidad. Redefinir procesos antes de que te los redefinan.
El profesional irremplazable es aquel que combina velocidad tecnológica con profundidad humana.
Los constructores del mañana
Roberto Carreras lo resume con una lucidez que desarma:
“El futuro es de quienes lo construyen. Y hoy vivimos un momento súper bonito: el de hacerse las mejores preguntas, porque las respuestas ya están ahí.”
Si algo queda claro después de escucharle (y de ver el vídeo que tienes arriba), es esto:
No necesitas saber más, necesitas preguntar mejor.
No compitas con la IA, aliméntala con tu criterio.
No corras más, piensa más hondo.
La innovación no empieza con un “prompt”. Empieza con una pregunta honesta:
“¿Qué puedo aportar que siga siendo valioso cuando todo lo demás se automatice?”
Y si la respondes bien, no hay algoritmo que pueda alcanzarte.
¿Te gustaría recibir cada semana un artículo así —práctico, directo y útil— sobre innovación, IA y estrategia humana?
Porque como dice Carreras:
“Los humanos aprendemos mejor cuando nos equivocamos.”
Y este es el mejor momento para probar, equivocarse… y volver a construir.