¿Y si las agencias tal y como las conoces estuvieran a punto de desaparecer?
La Publicidad y el Marketing se mueren... o no
Barclays lo acaba de soltar: bajan la calificación de holdings como Interpublic, Omnicom y WPP. ¿El motivo? La inteligencia artificial. Sí, otra vez la IA… pero esta vez no como buzzword, sino como detonante real.
No es una campaña molona, ni un spot premiado. Es una bomba.
La industria de la comunicación está ante su mayor desafío. No hablamos de aprender a usar una nueva herramienta. Hablamos de sobrevivir.
Porque, dime tú:
→ ¿Quién va a pagar por horas si una IA genera en segundos lo que antes se tardaba días?
→ ¿Qué cliente no se va a plantear apretar un par de prompts bien afinados y ahorrarse el fee?
→ ¿Cómo compites con una fábrica que produce cien piezas diarias sin quejarse, sin dormir, sin cafés?
Y lo mejor (o lo peor): esto no es futuro. Es presente. Cannes 2025 lo dejó claro: todos hablaban de IA. Algunos con miedo. Otros con brillo en los ojos.
¿La conclusión?
Las agencias que sobrevivan no serán las más creativas. Serán las más lúcidas. Las que entiendan el negocio de su cliente. Las que usen IA no para sustituir personas, sino para multiplicar impacto.
Y en medio de todo esto, aparece un rayo: la identidad conversacional.
Google ha dado otro paso con Search Live: búsqueda por voz, interacción natural, IA en tiempo real. No buscas. Hablas. No tecleas. Conversas.
¿Sabes qué significa eso para el marketing?
Que las marcas tendrán que aprender a hablar. Literalmente.
Con tono, con alma, con verdad.
Y ahí, amigo, no hay algoritmo que compita.
Como dijo Esi Eggleston-Lacey (Unilever):
“La humanidad no es nuestra limitación. Es nuestro superpoder.”
Así que deja de pensar en campañas.
Empieza a pensar en conversaciones.
No en briefings. En vínculos.
No en leads. En fans.
Porque esto no va de adaptarse.
Va de reinventarse.
Y quien no lo vea, que no se queje cuando su agencia sea una línea más en el Excel de recortes del cliente.