El sistema completo para entender por qué los modelos de lenguaje alucinan (y cómo evitarlo)
¿Qué hace un estudiante cuando no sabe una respuesta en un examen? Adivina. ¿Qué hace un modelo de lenguaje cuando no sabe una respuesta? Lo mismo.
Imagina que eres profesor. Le haces una pregunta muy simple a tu alumno:
“¿Cuál es el cumpleaños de Isaac Newton?”
Y el alumno, sin dudar, te dice:
“30 de septiembre.”
Lo dice con seguridad. Voz firme. Cero dudas. Tú sabes que Newton nació el 4 de enero. Le preguntas por qué respondió eso.
“Bueno, no lo sabía, pero sonaba plausible.”
Parece absurdo, ¿no? Pues eso es exactamente lo que hacen hoy los modelos de lenguaje más avanzados del mundo. Y no es porque estén rotos o mal diseñados. Es porque los hemos entrenado para hacer eso, para entender y generar lenguaje natural, no para ser veraces.
Sí, tú lees bien: los mejores modelos del mundo están optimizados para adivinar.
Les hemos enseñado que decir “No lo sé” es peor que inventar con seguridad. Porque eso les da más puntos. Más métricas. Más ranking en los benchmarks.
Y esto tiene consecuencias reales: desde respuestas falsas en medicina hasta decisiones equivocadas en finanzas, ciencia o derecho.
Pero hay una buena noticia.
Las alucinaciones no son un misterio insondable ni un “defecto inherente de la IA”. Tienen explicaciones matemáticas precisas, causas concretas y soluciones técnicas posibles.
Este artículo es una guía completa, desde el origen de las alucinaciones hasta las herramientas para mitigarlas.
Vamos a desarmar el problema como un reloj suizo y entender:
Qué errores cometen los modelos y por qué
Cómo el entrenamiento los empuja a mentir
Qué tiene que ver todo esto con exámenes de opción múltiple
Por qué los benchmarks están premiando al que más se inventa cosas
Cómo rediseñar evaluaciones para premiar la honestidad
¿Por qué los modelos de lenguaje alucinan?
Los autores del paper de OpenAI “Why Language Models Hallucinate” explican que este error no es fruto de magia negra ni de redes neuronales confundidas. Es un fenómeno estadístico natural. Vamos a traducirlo a lenguaje humano.
Un modelo de lenguaje es, básicamente, un generador de texto plausible. Su objetivo durante el preentrenamiento es predecir la siguiente palabra en función del contexto, tratando de aproximarse lo más posible a los patrones del lenguaje real.
Aquí entra el primer problema:
“Plausible” no significa “verdadero”.
Por ejemplo, la frase “Isaac Newton nació el…” puede ser completada de muchas formas plausibles. Si el modelo no ha visto muchas veces la fecha correcta, es probable que simplemente adivine una cualquiera. Porque eso es lo que ha aprendido a hacer.
Error inevitable: la paradoja de los hechos únicos
El artículo lo explica con un concepto brutal: la “tasa de singleton”.
Si el 20% de los datos sobre cumpleaños en el dataset de entrenamiento aparece una sola vez, entonces al menos el 20% de los cumpleaños generados serán falsos.
¿Por qué?
Porque el modelo no tiene suficientes datos para aprenderlos. No puede generalizar. Está obligado a adivinar. Así que responde cualquier cosa.
💡 Insight clave. Cuanto más raros o únicos son los datos que necesita generar, más alucinará el modelo.
El entrenamiento que incentiva la mentira
Ahora que sabes por qué se produce el error, viene el segundo gran problema: el modelo es recompensado por mentir con seguridad.
El artículo lo compara con los exámenes de opción múltiple: si no sabes la respuesta y hay penalización por dejarla en blanco, adivinar es mejor que decir “no lo sé”.
Pues bien, la mayoría de benchmarks actuales hacen exactamente eso:
Respuestas correctas = +1
Respuestas incorrectas o “no sé” = 0
Entonces, ¿qué hace el modelo?
Adivina. Siempre.
Incluso cuando no tiene ni idea.
💡 Insight clave. El sistema de evaluación que usamos empuja a los modelos a comportarse como estudiantes que bluffean en un examen.
El resultado: respuestas falsas dichas con tono de certeza absoluta.
Y aquí es donde el paper introduce un concepto demoledor: “epidemia de penalizar la incertidumbre.”
Evaluaciones mal diseñadas = modelos que alucinan más
Los autores hacen un experimento mental brillante.
Imagina dos modelos:
Modelo A: solo responde cuando está seguro, dice “no sé” cuando duda.
Modelo B: responde siempre, aunque sea inventando.
¿Quién gana en los benchmarks actuales?
Modelo B.
Porque los evaluadores premian solo las respuestas correctas, no importa si el modelo se inventó 9 antes. Mientras una sea correcta, suma puntos.
Este diseño está profundamente mal alineado con lo que queremos: modelos confiables.
Framework para evitar alucinaciones
Ahora vamos a lo práctico. ¿Qué puedes hacer para reducir alucinaciones?
Paso 1. Audita dónde tu modelo adivina
Identifica preguntas donde el modelo responde con confianza pero probablemente no tiene base en los datos.
Paso 2. Implementa penalización real al error
En tus tests internos, aplica puntuaciones que penalicen las respuestas erróneas más que las abstenciones. Por ejemplo:
+1 respuesta correcta
0 “No sé”
–0.5 respuesta incorrecta
Paso 3. Añade instrucciones de confianza en el prompt
Ejemplo directo para cada pregunta:
“Responde solo si estás >75% seguro. Si fallas, perderás 2 puntos. Si dices 'no lo sé', no pierdes nada.”
Paso 4. Evalúa el impacto
Mide:
Reducción de alucinaciones
Cambio en la tasa de abstenciones
Impacto en precisión general
💡 Insight clave. Instrucciones explícitas de confianza generan mejor comportamiento que cualquier truco técnico.
Hemos recorrido el camino completo:
Las alucinaciones no son magia ni errores aleatorios.
Son producto del entrenamiento estadístico y los incentivos de evaluación.
Y podemos corregirlos: cambiando las reglas del juego.
Descarga a continuaicón el paper de OpenAI “Why Language Models Hallucinate”: