Google lanza su primer anuncio con IA y hace la tecnología invisible con Veo 3
Google acaba de lanzar su primer anuncio generado íntegramente con IA, creado con Veo 3, su modelo de vídeo generativo. El corto, protagonizado por un pavo de peluche que planea escapar del Día de Acción de Gracias, no tiene rostros extraños ni etiquetas de “hecho con IA”.
Se trata de una historia sencilla, tierna y perfectamente normal.
Y ahí está el movimiento maestro: Google no presume de IA, la disuelve en la narrativa.
Del espectáculo tecnológico al arte invisible
Durante meses, las marcas han usado la IA como reclamo visual. Coca-Cola, por ejemplo, convirtió su campaña navideña en 2024 en un escaparate técnico, con resultados algo inquietantes por la gran cantidad de críticas recibidas, aunque ha vuelto a recurrir a la IA en 2025.
Google, en cambio, ha elegido el camino opuesto: no mostrar la tecnología, sino lo que permite.
El resultado es un anuncio que no asusta ni impresiona, sino que integra la IA como un recurso más del proceso creativo.
La nueva estética de la normalidad
Lo disruptivo ahora no es ver que algo fue hecho por IA, es no notarlo. En lugar de buscar el efecto wow, Google apuesta por el efecto ¿y si siempre fue así?. Al hacerlo, convierte Veo 3 en lo que Photoshop fue para la imagen, una herramienta de producción y postproducción silenciosa.
El mensaje es potente: la IA no necesita ser protagonista para transformar la industria, basta con fundirse en el flujo creativo, sin levantar sospechas ni expectativas.
Google no ha presentado su campaña a lo grande, la ha estrenado sin avisar, normalizándola. Metiendo una pieza más dentro del calendario publicitario navideño. Y eso es exactamente lo que legitima el formato, cuando la tecnología deja de ser noticia, y lo relevante, y se convierte en lenguaje natural de producción audiovisual.
La IA invisible como ventaja competitiva
Este giro marca el inicio de una nueva fase en la relación entre creatividad y automatización.
La IA visible, la que busca atención por ser IA, está agotada.
La IA invisible, la que mejora el proceso sin alterar la experiencia emocional. es la que va a ganar la próxima carrera creativa.
Qué deberían hacer los equipos creativos hoy
Dejar de anunciar la IA y empezar a integrarla. La mejor innovación es la que no se nota.
Entrenar sensibilidad narrativa, no solo habilidad técnica.
Priorizar emoción sobre perfección: el público recuerda cómo se siente, no cómo se genera.
Usar la IA como textura, no como discurso: fondo, no titular.
Google ha lanzado una nueva gramática creativa en la que la tecnología deja de ser protagonista para convertirse en estilo. Y ese es el verdadero punto de inflexión: cuando la IA se vuelve invisible, es cuando empieza a ser cultural.


